lunes, 22 de febrero de 2010

Solo cuando quedan rastros, el amor puede ser romántico

Que interrumpa el tiempo.

Nervioso… eterno

Aficionado, luminoso.

Filántropo y embriagador.

Debe tener por lo menos un vacío y dos latidos,

el ímpetu lunar en los cabellos…

La brisa fría, el calor del desliz momentáneo,

el desboque interno,

y el deseo de la soberbia comunión etérea…

Debajo del mismo corazón del cielo.

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