lunes, 27 de abril de 2009

Memorias


Gabriela caminaba sin un rumbo específico, salió apurada de su casa ya que debía estar en ese lugar muy temprano. Llevaba una bolsa de mano, que cargaba una libreta y un bolígrafo. 
Nunca había gustado mucho del color blanco, sin embargo, ese día portaba una blusa luminosa.

El objetivo era simple, pasar desapercibida entre el duro gentío que la aguardaba, y cumplir con la misión que le había sido encomendada.

Cuando bajó del auto y se encamino hacia el centro de la comuna, barrió con desdén a la multitud y pensó una vez más lo inútil que era su estancia ahí. Siguió su recorrido hasta encontrar una puerta. Dudó al tocarla.. y decidió esperar a que se abriera sola.

De un momento a otro, muchas personas comenzaron a salir por ahí, apresuradas... como si algo los persiguiera. Algunos hablaban fuerte, con elevada presunción; otros reían sin motivo... los demás se limitaron a observarla con curiosidad.

Gabe; como le decían sus aliados, se levantó del suelo y entró con una pequeña sensación de vértigo.

Lo primero que vio fue a una mujer, de mediana edad y rostro gentil que se dirigió a ella casi inmediatamente de que la notó. Le comentó algunas cosas, y luego se despidió.

Gabriela se sentó, y después de unos segundos se percató de un joven que la observaba con peculiaridad, así que aprovecho el contacto visual y se acercó a preguntarle un par de cosas.

La única verdad es que ella había sido cautivada por unos hermosos ojos miel... y mientras el chico hablaba, Gaby contenía un suspiro incomodo. Él le indicó que efectivamente, estaban destinados a pasar por lo menos unos meses, en el mismo lugar y a la misma hora.

El joven dijo llamarse Alfonso, y agregó un sobrenombre con el cual la gente se dirigía a él. La charla siguió por lo menos dos horas, entre gustos y habilidades, se acercaban a un punto de fusión. Cuando Gabriela tuvo que marcharse, él la despidió como si la amistad tuviera algunos años de antigüedad y todo hubiera sido un encuentro habitual.

-Adiós


El sol apareció un viernes, mientras Gaby se apresuraba una vez más.
Corrió hasta la puerta por segunda vez pero se encontró una pared  y un grupo de personas distintas.

- ¿Donde andas?, aquí dice que debo verte otra vez...- pensó

La mujer se encamino hacia otro edificio. El mapa de sus manos era aún un poco ilegible, pero la guiaba un deseo inquieto de encontrarse con él. Mientras buscaba, Alfonso apareció súbitamente frente a ella con un plato de comida en las manos,  le ofreció el contenido, y luego sonrió.

-¿A dónde vas? Debemos estar allá- señaló Gabe
- Yo vengo de allá - respondió el joven

Extrañada, pidió una explicación. El joven argumentó, tristemente, que no compartían esas horas, sino hasta en unos días. Gaby asintió resignada, y le pidió que se sentara junto a ella unos minutos, entonces subiría a cumplir con lo que debía...

domingo, 26 de abril de 2009

Primera estrella de la mañana


Te siguen esperando aquí, 
con un montón de humanidades.

Guerrero, con la luna en las ventanas
Tu regreso es concebido por tu pueblo.

En el cielo, por las oscuras noches en las que canta el Tlapizalli, 
se dibuja tu nombre, y con tu ausencia se escriben leyendas y canciones.

Votán, sagrado Kukulcán,
sabemos que el adiós es temporal...

Con recelo se guarda ese, tu casco dorado.

Los cánticos y las danzas a Chimalma al amanecer,
justifican la incomprensión de tu misterio a 
aquellos que siguen luchando.

Repta, ave preciosa!
Que tu llegada será venerada por nosotros,
que compartimos tu secreto...


Vid

Somos creados una sola vez y para siempre.

Si pudieras valorar el acervo de almas en su propio universo,
entonces sabrías distinguir cual nació para cada cual...

COMPARTEN:
Gama y escenario, sangre, poder, firmeza, ímpetu, brío... AMOR

Algunas, enfadadas, carecen de vigor y oscilan delicadamente
entre la multitud. Son ellas las que están destinadas a vagar creyendo que buscan algo.

Cuando llegue el verdadero fin, y la turba acabe en penuria:

Tu y yo, seremos lo impalpable.

Afortunados quienes nacimos bajo la dualidad fundamental,
tú con Yoni y yo con Linga...



lunes, 20 de abril de 2009

Ese Jueves


Dejaste una mueca en mi mesa de noche
Despegaste mil canciones con tu nombre

Contaste mis besos por minuto
Apareciste el doble, en un segundo

Llenaste de letras mis paredes
Formaste con ellas una historia
Desde entonces vivo bailando
En ese mundo que me diste
En ese sueño que encontramos

Debajo de un espejo
Por encima del mar
Besame hasta que no recuerde mas

Llevame a contar
Puntos estelares
A la orilla de ese lugar 
Que tanto me nombraste

Duerme conmigo una noche
Pasa conmigo una vida
Te prometo hoy
Llenarte siempre de alegría

Deja atrás a quién no quiso
Y pon delante a quién te entrega
Por que, de esto, amor
Se trata lo que nos espera

Toma mis manos y vuela
Acompañame, cierra los ojos
Yo estare contigo 
Al menos en esta vida...






jueves, 9 de abril de 2009

Como un ladrón - Edgar Oceransky


Ella no estaba lista para el amor, hay cosas mucho mas urgentes pensó. Justo estaba por cambiar de dirección, cuando a lo lejos se escuchaba su voz... y así se decidió a buscarlo y por instinto lo encontró, cuando lo vio bajó la guardia y se debilitó...

La puerta se le abrió, se le paró el reloj, se le apagó la luz y entró como un ladrón... la cama revolvió, buscando un corazón y lo encontró mientras le hurgaba el pantalón...

Él no esperaba a nadie aquella ocasión, no hay  nada urgente, este día se terminó. Justo iba a casa después de la función,  pero alguien dijo que no se fuera... así que decidió sentarse y por instinto la esperó, cuando la vio, subió la guardia, pero no aguantó...

La puerta se le abrió, se le paró el reloj, se le apagó la luz y entró como un ladrón... la cama revolvió, buscando un corazón y lo encontró mientras le hurgaba el pantalón...

Ella se enamoró, el tiempo se paró, desde ese día no piensa en otra cosa, la cara le cambió, bandido se volvió... no duerme y come poco a lado de su amor...


martes, 7 de abril de 2009

Contigo


Perdí mi lugar en el Edén desde hace muchos besos, con los tuyos me he ganado el trono de la invencibilidad...

Esto es lo que tengo, y guardo aún la parte mas importante para cuando lo decidas.

Por la mañana, me levanté pensando que tal vez todo había sido un sueño, y tú no estabas a mi lado, no habíamos dormido abrazados, y yo no había deseado nunca que la noche fuera eterna...

Pero tu cuerpo estaba ahí, descansado, perdido en memorias y desvelos
Respirabas muy lentamente, y el alcohol aun se percibía en tus labios
Te besé por última vez, antes de huir con la verdad entre los brazos, y robé tu esencia, esa misma que irónicamente no ha dejado de remontarme hasta el límite de las tristezas.

Estás conmigo, detrás de mi, tomando mi mano y cerrando tus ojos cada que lees algo que te inspira... Yo... yo estoy esperando despertar de tus brazos que me hechizaron para siempre...


Girasol


¿Qué quieres?... mas bien la pregunta sería... ¿Qué más puedo darte?

Lo discutimos anoche y no llegamos a nada literal, yo te creo.

Creo en todo eso que evocas y rechazas, que destrozas y armas otra vez, incluyendo los corazones sombreados que has dejado en el suelo. 

Bien dice Neftali: Callado y constelado, así te descubrí. 

Cerrando los ojos, subiendo mi  deseo  de esa misma y sublime reacción de tu cuerpo sobre el mío. Debajo del cielo, corriendo entre tus manos, saltando estrellas y calculando que tan infinito es el universo.

-Gané concursos de poesía.
-Tú eres el sol.
-Desde que te vi.
-Quedate conmigo, siempre.
-Vamos afuera.

Quiero perderme en este sueño, en tu olor... y en el sabor de tu instinto.

Por último, amor... Yo no quemo, porque sin ti, esta no es vida...

sábado, 4 de abril de 2009

Si la Biblia hablara de nosotros.

Según yo, era un día común.

Ella corrió a abrazarlo, él se limitó a esperar la efusividad quinceañera de su novia. 

Siempre dice que ella lo trata mal, y algo acerca de una bipolaridad temprana...o fingida. Yo lo aconsejo, muy superficialmente, a hablar con ella al respecto. 

En realidad, mi deseo, es que la niña se vaya por su lado y termine de una vez con el poco tiempo que le quita. 

De piel morena, dorada... - dijo, cuando le pregunté como era ella.
Común... - dije yo cuando la vi.

Sigo esperando que decida cuando y donde, yo ya tengo cómo...