lunes, 22 de febrero de 2010

Absurda composición de la rutina

Recorre con tus bordes mis orillas.

Palpa en la oscuridad ese camino que bien conoces ya, deja que el delirio te envuelva.

Sigue hasta que encuentres mi guarida, entonces hazla tu refugio.

Dentro, encontrarás el secreto de mi devoción;se cuidadoso…puedes perderte para siempre.

Cálida y pretenciosa, espero tu regreso una y otra vez...

Sigue andando, hasta el limite mas profundo y escribe tus deseos en mis paredes.

Consuma nuestra alianza con vehemencia, hasta que nos encaucemos al final, y por fin...agonicemos juntos a la orilla tu lecho.

Solo cuando quedan rastros, el amor puede ser romántico

Que interrumpa el tiempo.

Nervioso… eterno

Aficionado, luminoso.

Filántropo y embriagador.

Debe tener por lo menos un vacío y dos latidos,

el ímpetu lunar en los cabellos…

La brisa fría, el calor del desliz momentáneo,

el desboque interno,

y el deseo de la soberbia comunión etérea…

Debajo del mismo corazón del cielo.